Hoy, como nuestro redactor jefe, O Cinca está de festejos en su pueblo, me ha encargado a mí hacer una pequeña crónica, yo no estaba muy dispuesto, puesto que no he tenido una mañana muy gloriosa. He preguntado a algunos, para ver si estarían dispuesto a escribir algo, pero no he encontrado a alguien que estuviera del todo animado para ello, es por esto, que desde aquí hago un llamamiento, para que en próximas ocasiones, si a alguno de vosotros (del club), le apetece, lo diga y será bien venido para compartir sus experiencias con todos.
Al tema, salida desde la nueva ADRENALINA, que tan gloriosa inauguración tuvo lugar el viernes por la tarde y que ha ocupado un gran espacio en las noticias del HERALDO DE ARAGON de hoy, en sus páginas de deportes. Desde aquí enhorabuena otra vez para Diego Tamé, porque el resultado final, ha sido espectacular.
La mañana se presentaba oscura, presagio para algunos de los 50 compañeros, de lo que se avecinaba a lo largo de la jornada, puesto que el recorrido era duro y con el viento reinante mucho más. Nos dirigimos de camino a la Chabola, puerto que en condiciones normales no se presenta demasiado duro, pero desde primera hora ha soplado un cierzo bastante intenso, que ha hecho, que a la altura de Pedrola el grupo se fraccionara, mas tarde el ansia, como siempre ha hecho el resto. Se ha llegado a Pozuelo muy deprisa, y en tres grupos, allí se ha esperado a los rezagados y otra vez, de camino a Fuendejalón (¿donde estabas Carlicos?), se ha vuelto a romper y prácticamente ya no sé ha parado hasta la cima de la Chabola, donde algunos han encontrado muy buenas sensaciones y otros, como yo, hemos dado un respiro a las piernas, que ya venían quejándose hacía rato. Muy buena subida de los más fuertes, que siguen progresando cada día y también muy buena subida para algunos, que de normal no destacan mucho en esto de las cuestas.
Aun con todo, quedaba la vuelta, por lo que después de tomar los cafeses en "El Pistolo", tocaba pasar un rato malo, de viento lateral en el cruce de Pozuelo a Pedrola, ahí otra vez se ha roto el grupo en dos, pero al contrario que otras veces, los de atrás, han sabido organizarse, creo que gracias a la cordura del bien llamado por algunos, el Jefe (Moy) han seguido a un ritmo llevadero, montando una rueda gigante, en la que todos han podido entrar sin gran sufrimiento (ya vamos madurando).
Ya en Alagón, algunos hemos esperado a este autobús de compañeros, y tranquilicos, hemos llegado a Utebo, un poquico tarde por cierto, puesto que la jornada ha sido larga y dura..., esto para los de chiste fácil.
Que ganas tenia de acabar esta crónica, como me han dolido las patas recordando estos ratos de cierzo y cuestas.
Un abrazo compañeros.
