En estos meses de invierno en los que ni la dura climatología aragonesa ni el astro rey, con sus escasas horas de brillo, nos ofrecen muchas posibilidades a los que montamos en bici y buscamos alcanzar unos objetivos al planificar la temporada, nos vemos obligados a encerrarnos entre cuatro paredes si no queremos estar más de cinco días seguidos sin entrenar. No hay muchas alternativas, la verdad, o te lo montas en casa con el rodillo y te condenas a la soledad de la habitación vacía o del garaje y a la lucha continua con las tentaciones que te ofrece la nevera, o te apuntas al gimnasio. En esta segunda opción, mucho más atractiva sin duda, nos encontramos con la revolución que ha sufrido la bicicleta estática de toda la vida. Ahora nadie las llama así. Han pasado a ser bicicletas de spinning o de ciclo indoor. Y la verdad, a mí me gusta como funcionan. Como en todo, hay gente a favor y en contra de esta disciplina que ha experimentado un gran auge en los últimos años. Los detractores dicen que la biela es más corta y eso nos perjudica, que el pedaleo es diferente, que es muy fácil lesionarse las rodillas... Tampoco creo que sea para tanto si cuidamos un poco la cadencia de pedaleo y la resistencia que ponemos. Hay que reconocer que estas bicis, de aspecto radical, ofrecen muchas posibilidades. Aprovechando todos los ajustes que presentan, te puedes preparar desde una cabra de contra reloj (salvando las distancias), hasta la bici con cesta para ir a comprar el pan el sábado.
En cuanto a los monitores que dirigen la clase, te puedes encontrar de todo. Los hay profesionales que saben de qué va la historia y no les cuesta mucho meterse a la gente en el bolsillo, pero también están los típicos listillos. El otro día me tocó uno de éstos. A mí me gusta entrar pronto a la clase para colocar la bici y calentar un buen rato. El monitor ya estaba allí y como tuve que bajar dos o tres veces de la bici para ajustarla y encontrarme cómodo, el tipo en cuestión debió pensar que el trajín que yo llevaba era fruto del desconocimiento de la materia. Nada más lejos de la realidad. Así que amablemente se me acerca y empieza a soltarme la retórica que repiten todos los días una y otra vez. Sabíais que con las bielas colocadas en posición horizontal con respecto al suelo, la rodilla de la pierna más adelantada tiene que estar a la altura de la punta del pie?. Pues eso me dijo... Luego la tomó con mi manillar, insistía en que tenía que subirlo y yo que no y él que sí. No lo subí por supuesto. Para librarme de su acoso -porque ya me estaba calentando la cabeza y me conozco...- le tuve que decir que pasaba más de 500 horas al año encima de una bici y lo que yo andaba buscando era la posición más parecida a la que monto normalmente. Al final, y como no podía ser de otra manera, accedió a dejarme colocar la bici como a mí me gusta. He vuelto a coincidir con el personaje algún otro día, pero no ha creído conveniente acercarse a mí. JUAAAJUAJUAAAA!!!!
En cuanto a los monitores que dirigen la clase, te puedes encontrar de todo. Los hay profesionales que saben de qué va la historia y no les cuesta mucho meterse a la gente en el bolsillo, pero también están los típicos listillos. El otro día me tocó uno de éstos. A mí me gusta entrar pronto a la clase para colocar la bici y calentar un buen rato. El monitor ya estaba allí y como tuve que bajar dos o tres veces de la bici para ajustarla y encontrarme cómodo, el tipo en cuestión debió pensar que el trajín que yo llevaba era fruto del desconocimiento de la materia. Nada más lejos de la realidad. Así que amablemente se me acerca y empieza a soltarme la retórica que repiten todos los días una y otra vez. Sabíais que con las bielas colocadas en posición horizontal con respecto al suelo, la rodilla de la pierna más adelantada tiene que estar a la altura de la punta del pie?. Pues eso me dijo... Luego la tomó con mi manillar, insistía en que tenía que subirlo y yo que no y él que sí. No lo subí por supuesto. Para librarme de su acoso -porque ya me estaba calentando la cabeza y me conozco...- le tuve que decir que pasaba más de 500 horas al año encima de una bici y lo que yo andaba buscando era la posición más parecida a la que monto normalmente. Al final, y como no podía ser de otra manera, accedió a dejarme colocar la bici como a mí me gusta. He vuelto a coincidir con el personaje algún otro día, pero no ha creído conveniente acercarse a mí. JUAAAJUAJUAAAA!!!!
BUfffffffffffff a mi tambien me dijo eso y le tuve que decir lo mismo que tu, y ayer en el vestuario de mujeres segun una fuentes fiables lo estaban poniendo de jilipollas, nose un listo cuando el que peor posicion lleva es el
ResponderEliminarA pasar de todo y punto