Nos habían anunciado para este fin de semana fenómenos meteorológicos extraordinarios, pero parece ser que en Aragón, han pasado de refilón y sólo el sábado se desató parte de la furia anunciada. Algunos de los que estaban apuntados para la carrera de Fitero, han decidido no acudir a la cita ante semejantes previsiones y según parece, no ha sido para tanto. José Manuel Manso, Daniel Sebastián y Antonio Rodriguez han sido los representantes de nuestro equipo y la actuación de los tres, se puede decir que ha sido buena, entrando con el grupo principal.
Los que nos hemos quedado por aquí, hemos ido a Alcubierre y hemos disfrutado de una mañana soleada y de buena temperatura. Por poner algún pero, se puede decir que hacía un poco de aire, pero nada importante para lo que "los de la tierra" estamos acostumbrados. Algún valiente se ha atrevido a venir de corto, pero con truco, porque sus piernas lucían una tupida cabellera negra que a buen seguro hacía su función. Hoy hemos tenido el placer de contar con la presencia de David Cañada. Que gozada poder estar unas horas pedaleando al lado de semejante ciclista y mejor persona. También nos ha acompañado Sebas Tamayo que va como un tiro.
En cuanto a la etapa, hemos empezado con un pequeño incidente con la Policía al saltarnos un semáforo en la Avenida de Navarra pero por suerte, no ha pasado de la advertencia. Después de la rotonda de la Maz, donde nos esperaban los de Zaragoza, se ha aumentado un poco el ritmo camino de Leciñena, pero sin problemas para ir todos agrupados. Después de pasar el pueblo Moisés, que por fin, parece que se ha decidido a entrenar, y Diego Fernández, han aumentado el ritmo para llegar al puerto calentitos. En la subida, la historia se repite cada Domingo así que me ahorro los comentarios, porque seguro que los lectores de este blog, conocen el resultado. Parada en Leciñena para tomar el café y vuelta a Zaragoza por el mismo camino. En el tramo de bajada hasta la carretera de Huesca es donde se ha empezado a dar relevos, porque el aire a estas horas ya cercanas al medio día, molesta bastante. Algún intento de escapada sin mucha importancia y ritmo alto hasta Zaragoza, sólo interrumpido por un par de pinchazos y por una advertencia del "JEFE", que consideraba que se iba demasiado rápido, y con buen criterio ha hecho aminorar la marcha.
Al final, unos 130 kms bien soportados por los 30 que esta mañana hemos salido a entrenar.
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